Y tú, ¿qué esperas de la amistad?
Si, os estoy preguntando a vosotros, los que estáis leyendo esto aquí y ahora.
Una siempre ha presumido de gozar de muchas y creídas buenas amistades. A lo largo de mi vida, lo único que me ha llenado de verdad ha sido la compañía de esa gente a la que llamamos amigos. Ya sea en el pueblo, en la ciudad, o en la capital; siempre he sembrado amigos allá por donde he ido. Los sentía cerca en los buenos y en los malos momentos (todo hay que decirlo), nunca me ha faltado nadie para tomar un café y mis tardes siempre eran rodeada de ellos. Un placer. Las noches no iban a ser menos. Un escándalo.
Cuando conocí a J.A se sorprendió de la gran cantidad de "amigos" que tenía, es más, cada tarde tenía una cita: que si café en Santo Domingo, que si vamos de shopping a Gran Vía, que si vente a mi casa a tomar algo... Él mismo me dijo: "te veo rica en amigos, ojalá que si algún día no estás aquí se sigan comportando como tal". En ese momento, pensé: "pues claro, he sabido elegir a los mejores".
Conforme mi relación avanzaba con J.A los amigos seguían ahí. Creo (y que alguien me corrija si me equivoco) que jamás fui de esas que da de lado a los amigos cuando tiene pareja. Hace años, 3 ó 4, C me dijo que el día que yo tuviera pareja, daría de lado a mis amigos... Hola? Ahora recuerdo eso, y bueno, no es necesario dedicar más tiempo... Porque el tiempo siempre pone todo en su sitio.
Lo cierto es que cuando vinimos a vivir a Córdoba, por motivos que muchos sabéis, mi drama era doble, no sólo dejaba atrás mi trabajo, sino que también me alejaba (kilométricamente hablando) de mis amigos, venía convencidísima de que nada cambiaría, que todo seria igual.
Pues qué pena, porque no ha sido así. Por supuesto que están los mejores, que siguen ahí, y que veo que pasan los meses y los meses sin vernos y parece que no pasa el tiempo para nosotros. Ésto es algo que hablo mucho con M; que mantener una amistad es cosa de dos. Que si, que todos tenemos nuestra vida, nuestro trabajo, nuestra familia, pero para contestar o hacer una llamada de teléfono tampoco creo que sea necesario un eclipse solar. Paren el mundo que bajo.
Pues éstas cosas pasan, y lo he pasado muy mal, porque no entiendes el por qué de la cosas, que tu lo único que has hecho ha sido cambiar de ciudad, sin más; y que en era de las nuevas tecnologías no habría sido tan difícil...