martes, 30 de abril de 2013

Los días malos

Píldoras para la felicidad, ¿para cuándo en farmacias?

Fue ayer cuando decidí pasar la tarde en Murcia. Dedicarme a mí. Pasear, relajarme, respirar ese airecico maravilloso que teníamos y, como no, sentarme en un par de terrazas. Y es que para qué nos vamos a engañar, lo necesitaba. Llevo unos días en que todo va de mal en peor, en todos los sentidos.

Mi primera parada, tras estar 20 minutos para aparcar mi cochecico fue la Toga, uno de mis sitios favoritos; con esas vistas tan estupendas a la Facultad de Letras, mi querida facultad y, donde tan feliz he sido. Entre risas, pasé un ratico muy agradable con Jose, a quién le estuve dando la paliza con mi nueva situación, ¡¡perdón!! Tras despedirnos, me dirigí a la plaza Santo Domingo, donde había quedado con mi querida amiga la doctoranda, Alba. Nos sentamos en el llao llao, pues reconozco que el cuerpo me pedía a gritos un helado de esos y empecé a desahogarme con mi amiga.

Es ahora, cuando estoy en ese momento de la vida en cual, no sé por donde tirar. Agradecería muchísimo tener un manual de instrucciones de la vida, pero con el tiempo, imagino, tienes que tener experiencias para saber por donde caminar. Últimamente nada sale como quiero, parece que viene una desgracia tras otra y, me agarro al refrán “Dios aprieta pero no ahoga”. Pero ya no puedo más. Jamás he estado tan desmotivada.

Tras contarle esto a Alba, sus palabras fueron claras “Elena, tu no eres así, eres una chica que siempre ha desprendido felicidad”. Y llevaba razón. 

De camino al coche, pasé por mi antiguo piso de estudiantes. Los sietes años más felices de mi vida. Mientras tomaba una foto con mi móvil pensaba “Elena, es en ese piso te hiciste mayor”. Pura nostalgia. Ya de camino de vuelta a La Unión, con esa inyección murciana en mis venas; pensaba en las cosicas bonicas que tengo en mi vida y que creo, merecen la pena: recibir un regalico inesperado, como por ejemplo el cuaderno de notas que me regaló Alba. Un detallazo, amiga. Recibir un mensaje privado en Facebook de Irene, que siempre transmite buenri. La sonrisa inesperada del tío que te mola. Un whatshapp de Popi diciéndome “pos bien nena, pos mu bien”. Me lo como a besos. Mi Consu (algún día le dedicaré un post. Prometido). Una noche de cervezas… Pequeñas cosas que me hacen muy feliz y que me recuerdan que pese a estar atravesando un momento delicado, hay que seguir adelante; salir a la calle con taconazo e intentar hacerle la vida agradable a los que me rodean, que es al fin y al cabo algo que se me da muy bien. Que no hay mal que por bien no venga y que no merece la pena llorar.

Empiezan los días malos y pienso vivirlos con una sonrisa. 

sábado, 27 de abril de 2013

Mis looks favoritos

Tenía ganas de mostraros algunos de los looks que más me apasionan, hoy es el día. ¡Espero que os gusten!

Para ir a trabajar: 
Vaqueros, blazer y camiseta divertida.  La chapita que llevo en la solapa de la blazer es una Menina que me regaló un alumno, me la compró en el Museo del Prado

Vestido negro (H&M), blazer estilo British (H&M), media tupida, sabrinas y cartera (Misako)
Para ir a un concierto:
Vestido negro con topos blancos (H&M) , bolso (H&M)

Vaqueros negros (Levi`s), T-Shirt (Mango), anillo (Ciclón)

Vaqueros, T-Shirt y blacer. No puedo negar que es mi combinación perfecta. Nunca falla
De excursión con los alumnos: 





¡Para ir de excursión la comodidad debe ser extrema! Pantalón (H&M), T-shirt (Pull&Bear), chaleco (Pull&Bear), bolso (Bimba&Lola)



De boda: 
Boda de mi amiga Elena. Tenía claro desde el principio que quería llevar un vestido azul marino (El CorteInglés), que además es mi color  preferido.  Los zapatos y el bolso son de Furiezza y opté por el color rosa perla. En el pelo decidí ponerme una diadema, algo que va mucho conmigo, ¡pues las utilizo bastante! En joyas finalmente decidí ponerme las clásicas perlas. Mi tía me prestó un collar maravilloso de perlas naturales, con pulsera y pendientes. 

Boda de Paola. ¡me encanta este look! El vestido fue un gangazo de  la temporada pasada de H&M y lo compré con la pretensión de ponérmelo para ese día. Los zapatos: unos peep toes negros, básicos (no deben de faltar en el armario de ninguna mujer). Decidí ponerme el bolso (H&M) rosita palo y de charol para darle un toque de color y  luz a mi look. Además, completé mi estilismo con un collar maravilloso (Zara), en tonos oro rosado y verde esmeralda. El pelo decidí recogérmelo ya que, la espalda del vestido iba totalmente descubierta. 

Boda de Bernardino y Macarena. Sin palabras. Para mí el mejor vestido que me he puesto en mi vida.  Es un vestido con historia y cuidado al detalle. Me diseñaron el vestido y, con ilusión fui con mi amiga Irene a escoger las telas. Como siempre digo, poder hacerte un vestido a medida es uno de los mayores placeres que una mujer puede darse. Los zapatos son los que ya me puse dos años atrás para la boda de Elena (es importante comprar pensando en el partido que le podemos sacar). El bolso fue otro caprichazo de cristal de Swarovski. En cuanto al peinado, opté por un recogido bajo con trenzas. Evidentemente no llevaba prácticamente joyas, ya que el vestido hablaba por sí sólo. Únicamente llevé unos pendientes de mi madre de oro blanco con un diamante y una perla. 
Salida con amigas: 
Para salir de aperitivo: Vaqueros y blusa de topos (H&M)

Para salir a cenar: Vaqueros, blacer, T-shirt y collar babero

domingo, 21 de abril de 2013

Nada es imposible


La Real Academia define la palabra imposible como "algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser o suceder", y, define improbable como "algo inverosímil, que no se funde en una razón prudente".

Puestos a escoger, a mí me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo, supongo. La improbabilidad duele menos, y deja un resquicio a la esperanza, a la épica.

Que David ganara a Goliat era improbable, pero sucedió.
Un afroamericano habitando la Casa Blanca era improbable, pero sucedió.
Que las Spice Girls volvieran a cantar juntas, era improbable, pero también sucedió.
Nadal desbancando del número uno a Federer.
Una periodista convertida en princesa.
El 12-1 contra Malta.

El amor, las relaciones y los sentimientos no se fundan una razón prudente, por eso, no me gusta hablar de amores imposibles sino, de amores improbables. Porque lo improbable es por definición, probable. Lo que es casi seguro que no pase, es que puede pasar.
Mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.

(Leído por ahí hace mil y rescatado de mi archivo. Creo que era el momento de sacarlo a la luz) 

jueves, 18 de abril de 2013

La impaciencia


Han pasado ya cuatro días y, ni un triste whatsapp, ni un “me gusta” en Facebook, ni un mensaje privado... No lo entiendo, guapo.
¿A qué esperas? Un cine, un café (en La Unión no, por favor), un paseo… Que no te estoy pidiendo que seas mi novio mañana, ni pasado pero, me apetece conocerte y descubrir si realmente eres como yo te he imaginado: un tipo sencillo, cariñoso, amable, educado, prudente, con sentido del humor, trabajador, honrado, agradable, buena gente; en definitiva, un buen hombre.
Estos días han sido horribles para mí, me he dedicado a darles la murga a mis amigas y, ellas, resignadas, escuchaban mis ataques. Perdón chicas, no os merezco pero…
Mi amiga Irene, la abogada más guapa de Cartagena, me decía el pasado lunes “tienes que ser paciente y no lo estás siendo”; y yo me desesperaba aun más. Mi amiga Elvira me comentaba esto “yo de ti pasaba página, no te va a decir nada de nada, te ve como una cría”. Inma me advertía de lo siguiente: “te pones muy nerviosa cuando hablas con él”. Mi amiga Consu “no lo conozco pero, estoy segura de que le encantas pero aun no se ha dado cuenta; no le vuelvas a escribir”. Un compañero de trabajo me comentaba esto “no lo conozco pero pienso que un tipo como él utiliza poco whatshapp” (de esto último ya me había dado cuenta, tranquilo)
Sí, venga, decídmelo, soy una impaciente.
La chica más risueña de La Unión está más triste que nunca…



lunes, 15 de abril de 2013

Aunque tú no lo sepas..


No recuerdo exactamente cuando fue la primera vez que lo que sentía por tí iba en serio. Recuerdo que al principio era algo leve pero, conforme pasaban las semanas el bucle de mariposas iba aumentando.
Quiero decirte que nunca me han importando los obstáculos, básicamente porque no los hay, porque eres perfecto y, porque sería una cobarde si no me tirara a la piscina. Además, veo que ni imaginas lo que siento, vamos, que ni te hueles que me encantas y no veas lo mal que lo paso y, te explicaré por qué: habrás notado que soy una tía muy feliz y risueña pero, además, mi risa suena mejor cuando tú la escuchas. Me he imaginado situaciones contigo y, te digo que no quiero que pienses que se me ha ido la olla pero, las mujeres somos así, nos hacemos ilusiones y eso conlleva imaginar situaciones. No te imaginas la de veces que he pensado que íbamos al cine, o a Murcia (que a mí me encanta) a pasear y a cenar por el centro; que tomamos una botella de vino solos, en silencio; una escapadita de dos días (aunque sea a Totana), el destino no importa… y así con todo.
También tengo que decirte, que creo que a tí te pasa lo mismo y, si no lo mismo, algo parecido. Que me encanta como me miras, que me atraviesas con los ojos, que como dice Bebe “lo que me importa es el instante en el que tu ojos se chocaron con los míos. Ni mil doscientos ojos serían capaces de provocar en mí tanta brutalidad carnal”. ¡¡Imagínate!!
Yo no sé qué hacer. Mi naturaleza no me ha hecho ser una tía lanzada. Soy más bien tímida y paraíca (aunque no lo creas) y, lo paso fatal imaginando que si no me lanzo yo, aquí no va a pasar ná de ná. De modo, que quiero decirte, que si te pasa lo mismo que a mí o algo parecido, ponte en contacto conmigo. Elige la vía que quieras, pero la más rápida!



sábado, 6 de abril de 2013

Cuestión de estilo


Vestido Joya (Alta Costura). Boda de Bernardino
y Macarena (abril, 2012)

Todas las mujeres en algún momento de nuestra vida nos hemos calentado la cabeza a la hora de elegir el atuendo más adecuado para una celebración importante como una boda, aniversario, graduación, bodas de plata de nuestros padres, una fiesta especial... en fin  miles de eventos. Aquí os dejo algunos consejos que deberíais de tener todas en cuenta a la hora de elegir el look más apropiado:

Seguramente todas deseáis asistir a un evento lo más elegante posible. Para mí la elegancia es sinónimo de naturalidad y discreción pero, por desgracia, con la elegancia se nace y, no todas las mujeres pueden presumir de ser elegantes; no sólo en una gran ocasión si no, a lo largo de la vida diaria. Ser elegante o cursi son extremos de una balanza, en la que bastan pocas cosas para que se incline a un lado u otro.


Lo primero que se debe de tener en cuenta a la hora de elegir un vestido o traje es la hora, fecha y lugar de celebración. Si tienes la oportunidad de poder encargarte un traje o vestido a medida es uno de los mayores placeres que una mujer puede darse, aprovéchalo.

Boda de mi amiga Paola (septiembre, 2012)
Mi graduación universitaria (mayo, 2009)


















Es importante prestarle atención a los detalles de nuestro atuendo; puedes dejar volar tu imaginación, pero sin exagerar, una cosa es bordar un traje con notas de color y otra recordar a una mantelería; una cosa es combinar materiales y otra parecer un muestrario ambulante de tejidos. Ante la duda, con un traje sencillo y perfectamente sentado en tu cuerpo siempre acertarás.


Analiza tu propio estilo personal y huye de las tendencias.¿eres romántica, clásica, vanguardista? no intentes disfrazarte y soñar con lo que te gustaría ser, se reirán de tí, créeme. Toda mujer quiere sentirse única pero, en ocasiones la originalidad puede pagarse con el ridículo. Elige lo que te siente bien.


Graduación de mis alumnos E.S.O (junio, 2012)
Pocos trajes son cómodos. Son conceptos contradictorios, porque no se puede querer bailar como una loca con un traje largo o un corpiño ceñido. A algo hay que renunciar.

La forma más adecuada para un vestido o traje es la que saque más partido a tu cuerpo. No hay reglas, sólo la del espejo que, por desgracia, es infalible.


Si eres rubia recurre a los marfiles y dorados, introduce otros colores pero con mucho cuidado ya que el vestido o traje podría quedar cursi o de mal gusto.


Si hay un punto que diferencie un buen traje del resto son los detalles. No tiene por qué haber ni muchos ni pocos, sólo los justos. El equilibrio es fundamental.

En cuanto al escote: sí a los vestidos escotados, pero dentro de un orden. Si llevas un palabra de honor cúbrelo con un abrigo, un bolero o una chaqueta de fiesta. Nunca en la vida utilices un foulard. Está prohibido. En el 2013 no se puede concebir esa prenda.

Las mangas: manga ¿sí? ¿no?, tú sabes mejor que nadie si puedes lucir un bonito brazo o no. Ante la duda recurre a la manga tres cuartos, siempre correcta.

Los complementos son fundamentales a la hora de realzar o hundir cualquier traje. Hay que prestarles mucha atención. Dedícales tiempo a tus complementos, crea una base neutra y deslumbra con cualquiera de ellos. Sé sincera contigo misma y elige tu vestido o traje en función de como eres y no de como piensas que serás. Sé realista.

Recuerda que menos es más. Ante la duda, retira, no añadas.

Prueba tu traje con la ropa interior que llevarás ese día. Tú mejor que nadie sabes lo diferente que puede ser un pecho o un escote con una marca u otra.

No intentes forzar tu estilo. Lo importante es resaltar tu belleza al máximo y crear imágenes intemporales. Sé natural y huye del artificio.

No sueñes con lo imposible. No te dejes deslumbrar por las pasarelas y las revistas de moda. Ajústate a tu presupuesto; se pueden encontrar modelos excelentes de pre-a-porter al alcance de muchos bolsillos. Olvídate de la alta costura, es maravillosa sí, pero necesitarías algunos miles de euros para poder tener uno. 


Recién maquilladas. Instantes antes de salir del hotel.
Boda de Bernardino y Macarena (abril, 2012)
No dejes para el final el maquillaje y peluquería. Todo debe formar parte de un conjunto.

El abanico, un accesorio imprescindible. Colecciona piezas de anticuario pero, si no tienes presupuesto recurre a modelos más sencillos con el varillaje de madera y el país liso.

Lleva pocas joyas. Ante la duda no te pongas nada, la mejor joya eres tú.


Si te vas a casar y no sabes si recurrir al velo o al típica mantilla española, debes saber que no hay nada más favorecedor que una mantilla, siempre que esté bien colocada.  Si no está bien puesta y sujeta no se luce ni mantilla ni vestido. Todavía, a mis 27 años, no he visto ninguna novia con la mantilla bien puesta y es una verdadera pena.. Debes de tener en cuenta qué combina mejor con el vestido que has elegido. Si llevas un vestido vanguardista recurre a un tocado a modo de diadema, Rosa Clará tiene unos maravillosos en su colección.

Pide consejo a los hombres: tu padre, hermano, novio... nunca mienten. Las mujeres sí.

Historiadores de boda