domingo, 21 de abril de 2013

Nada es imposible


La Real Academia define la palabra imposible como "algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser o suceder", y, define improbable como "algo inverosímil, que no se funde en una razón prudente".

Puestos a escoger, a mí me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo, supongo. La improbabilidad duele menos, y deja un resquicio a la esperanza, a la épica.

Que David ganara a Goliat era improbable, pero sucedió.
Un afroamericano habitando la Casa Blanca era improbable, pero sucedió.
Que las Spice Girls volvieran a cantar juntas, era improbable, pero también sucedió.
Nadal desbancando del número uno a Federer.
Una periodista convertida en princesa.
El 12-1 contra Malta.

El amor, las relaciones y los sentimientos no se fundan una razón prudente, por eso, no me gusta hablar de amores imposibles sino, de amores improbables. Porque lo improbable es por definición, probable. Lo que es casi seguro que no pase, es que puede pasar.
Mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.

(Leído por ahí hace mil y rescatado de mi archivo. Creo que era el momento de sacarlo a la luz) 

3 comentarios:

  1. Gran entrada y gran blog Elena! me encanta leerte :D Sofía :P

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  2. Sofía! Guapa! Gracias a tí por ser siempre tan cariñosa y especial! Un besico!

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  3. Ay, qué bonico! No sabía que os habíais escrito! Me encanta! Las dos sois bonicas y especiales

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