domingo, 16 de junio de 2013

El verano que me espera

Que sí, que estoy loca de feliz, no lo voy a negar, ¡vuelvo a vivir a Murcia!

De sobra es sabido por tod@s mi amor a la capital del zarangollo, sus calles, sus gentes, sus bares, sus terrazas, su ambiente, sus parques, sus tiendas, su olor, sus sonrisas, TODO. Lo que no es tan conocido es mi intolerancia al calor murciano y a esos sudores que te dan cuando atraviesas la Plaza Belluga, tú tó puesta, subida a unos tacones y maquillada. O ese sofoco que sientes nada más salir de la ducha. Por no hablar del bochorno nocturno, que no te deja conciliar el sueño. Yo soy una enamorada de Murcia pero, de octubre a mayo. De ahí no pases.

Casualidades de la vida, del destino (quién crea en él) o por un golpe de suerte, me tengo que trasladar a vivir a Murcia en breve. He de reconocer que la idea me causa inquietud y certeza ya que, se me hace raro un veranico en la ciudad pero, pienso positivo y auguro que este verano puede molar mucho. Si la vida me ha puesto esto así en mi camino, por algo será. Yo estoy expectante. Ya lo he dicho mil veces, no me cierro puertas.
                    
Lo que no llevo tan bien es lo que está haciendo la gente de mi alrededor. Mientras yo voy a estar todo el verano en la ciudad y, emigraré a la playica los fines de semana; mis amigas no paran de hacer planes chulis. Las muy perris están planeando un viajecito a Barcelona, con todo tipo de visitas culturales y gastronómicas. Yo me quedo en tierra. ¡Que sepáis que no me dais envidia!

Este verano también me quedo sin mi semana en el pueblo, en Jérez del Marquesado. Eso sí que me molaba. Una semana alejada del calor murciano, en el fresco de la sierra granaína; disfrutando de los manjares que prepara mi abuela tales como: rin-ran de bacacalo, choto al horno o guisado de patatas y sepia. Me escaparé algún fin de semana en agosto, eso fijo.

Llevo muy mal pensar que este estío voy a pisar poco La Manga y, en concreto la casa de la familia Corví, que es como mi casa. Prometo algún finde escaparme y desconectar con ellos, con las archeneras y con Anica, que será mamá muy pronto. Llevo fatal no disfrutar de mi Mini Basi en la playa. Voy a llorar.

Se me hace muy cuesta arriba escuchar a mi madre decir que se quiere ir una semana de vacaciones a Canarias. Sin mí, evidentemente. ¿Y yo qué? Mamá, tu disfruta de Portmán, paséate y pesca mucho en el barco, ya iremos a Canarias en el puente de los Santos. Veréis  como se van y me quedo en tierra.

Para terminar, no os olvidéis de que en Murcia tenéis una chica fabulosa, que recibe con los brazos abiertos cualquier visita o invitación a cerveza o vino. ¡Murcia en verano puede molar mucho!

Un besico apretaíco

2 comentarios:

  1. Nena, Murcia en verano es un mundo paralelo, te lo digo yo, que estoy trabajando cinco años durante el estío. Murcia en verano: noches de desenfreno, mañanas de Ibuprofeno. Ya verás que bien...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola!! No sé quién pero, seguro que como dices, este verano puede ser grandilocuente!!!

      Eliminar