Que sí, que estoy loca de
feliz, no lo voy a negar, ¡vuelvo a vivir a Murcia!
De sobra es sabido por tod@s
mi amor a la capital del zarangollo, sus calles, sus gentes, sus bares, sus
terrazas, su ambiente, sus parques, sus tiendas, su olor, sus sonrisas, TODO.
Lo que no es tan conocido es mi intolerancia al calor murciano y a esos sudores
que te dan cuando atraviesas la Plaza
Belluga , tú tó puesta, subida a unos tacones y maquillada. O
ese sofoco que sientes nada más salir de la ducha. Por no hablar del bochorno
nocturno, que no te deja conciliar el sueño. Yo soy una enamorada de Murcia
pero, de octubre a mayo. De ahí no pases.
Casualidades de la vida, del
destino (quién crea en él) o por un golpe de suerte, me tengo que trasladar a
vivir a Murcia en breve. He de reconocer que la idea me causa inquietud y
certeza ya que, se me hace raro un veranico en la ciudad pero, pienso positivo
y auguro que este verano puede molar mucho. Si la vida me ha puesto esto así en
mi camino, por algo será. Yo estoy expectante. Ya lo he dicho mil veces, no me
cierro puertas.
Lo que no llevo tan bien es
lo que está haciendo la gente de mi alrededor. Mientras yo voy a estar todo el
verano en la ciudad y, emigraré a la playica los fines de semana; mis amigas no
paran de hacer planes chulis. Las muy perris están planeando un viajecito a
Barcelona, con todo tipo de visitas culturales y gastronómicas. Yo me quedo en
tierra. ¡Que sepáis que no me dais envidia!
Este verano también me quedo
sin mi semana en el pueblo, en Jérez del Marquesado. Eso sí que me molaba. Una
semana alejada del calor murciano, en el fresco de la sierra granaína;
disfrutando de los manjares que prepara mi abuela tales como: rin-ran de
bacacalo, choto al horno o guisado de patatas y sepia. Me escaparé algún fin de
semana en agosto, eso fijo.
Llevo muy mal pensar que este
estío voy a pisar poco La Manga
y, en concreto la casa de la familia Corví, que es como mi casa. Prometo algún
finde escaparme y desconectar con ellos, con las archeneras y con Anica, que
será mamá muy pronto. Llevo fatal no disfrutar de mi Mini Basi en la playa. Voy
a llorar.
Se me hace muy cuesta arriba
escuchar a mi madre decir que se quiere ir una semana de vacaciones a Canarias.
Sin mí, evidentemente. ¿Y yo qué? Mamá, tu disfruta de Portmán, paséate y pesca
mucho en el barco, ya iremos a Canarias en el puente de los Santos. Veréis como se van y me quedo en tierra.
Para terminar, no os olvidéis
de que en Murcia tenéis una chica fabulosa, que recibe con los brazos abiertos
cualquier visita o invitación a cerveza o vino. ¡Murcia en verano puede molar
mucho!
Un besico apretaíco
Nena, Murcia en verano es un mundo paralelo, te lo digo yo, que estoy trabajando cinco años durante el estío. Murcia en verano: noches de desenfreno, mañanas de Ibuprofeno. Ya verás que bien...
ResponderEliminarHola!! No sé quién pero, seguro que como dices, este verano puede ser grandilocuente!!!
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