domingo, 22 de septiembre de 2013

Ábreme, estoy en tu puerta

Vista nocturna de la calle La Platería (Murcia)
Por fin, ya de vuelta en la ciudad, he inagurado la temporada de noches indies. Como no podía ser de otra manera, organicé todos los planes para el reencuentro con los míos. Siendo habitual en estos casos y con las ganas que tenía de murcianear, reservé mesa en una de las mejores taperías de Murcia. El cuerpo me pedía levantar el ánimo pues, llevaba dos semanas emocionalmente vacía y, tras un pequeño luto me dije: “que se muera el que no me quiera”. No tengo yo muy claro eso de que no me quiera pues, en esta dos semanas no hemos dejado de escribir y de predicarnos cuánto nos echamos de menos. Si me echas de menos, ven a verme, gilipollas; le dije esta misma semana.

Es que joder, ahora sí, ahora no, pues ahora nene, que te vayan dando. 
Cuando salimos de mi tapería favorita, impuse un poco mi ganas de ir al Bar Ocio, uno de mis locales favoritos del centro de Murcia. Maravilloso lugar para escuchar buena mísica, risas y vicio por doquier entre los sexos. 4 tercios de cerveza creo que bebí, o eso me iba diciendo uno de mis amigos, cada vez que yo llamaba al guapo del camarero y le decía “ponme otro, socio”. Mientras tanto, no dejaba de mover mi cabeza cual cobra, para ver si allí te encontraba. Miré y remiré, y eso que hasta me pareció ver a uno de tus colegas, pero ni rastro de ti. Se me hacía raruno estar en nuestro bar sin ti. Mi mente perversa comenzó a girar y a malpensar, hasta un amigo mío me preguntó;  -“acha, a quién buscas?” –“Yo????? A nadieee!!”. Me dio tal bajón que eché una bomba de humo. Ea, cogí mi bolso con mucha dignidad y en menos de 3 minutos me planté en mi casa.
Que si, que ya lo sé, que no merece la pena amargarse por un tío y, mucho menos por uno que no parece tener las cosas claras. Pero yo no voy a ser de esas que van de liberadas por la vida, que matan el luto quemando tacón y pintalabios. Yo prefiero vivir mi luto, mi pena y mis recuerdos. Yo sola, en mi casa, con mi móvil y si es con un Kinder Bueno, mucho mejor.
Así, llegué a casa, me dí una ducha, pijamica y un poco de cotilleo que había en la TV… confieso que antes de llegar a mi hogar pasé por el chino a por mi Kinder. Mientras España estaba en vilo por el polígrafo de la madre de la Campanario, yo visualiza a la señora y, mientras tanto la mente me llevaba  a situaciones pasadas súper bonicas: nuestro primer viaje juntos...

Acurrucada en el sofá y con los ojos cerrados suena el móvil. Un maldito whatshapp tuyo… “ábreme, estoy en tu puerta”

sábado, 22 de junio de 2013

El escalón amor

Fue el pasado miércoles al salir de trabajar, mientras caminaba rumbo a mi coche, hacia repaso de los cuarenta y pico Whatshapps que tenía. Centré mi atención en la conversación con mi amiga Inma y, no puede contenerme, le conté que había quedado contigo. Lo cierto es que llevábamos casi tres semanas sin vernos y confieso que tenía muchas ganas… al mismo tiempo que le contaba a Inma nuestros planes para el jueves, me cortó rápidamente y me dijo algo que tardé en digerir, tanto que dejé escribir. Me subí en el coche y puse rumbo a Murcia centro. “Cuidado con el escalón amor, es invisible”, me escribió.

Seguramente no te habrás parado a pensarlo pero, es ahora, en el mes de junio cuando hace un año que empezó nuestra locura.

Jamás olvidaré nuestra primera cerveza y cómo me la propusiste, “¿Tienes algo que hacer ahora? ¿Me dejas que te invite a una cerveza?”, ¡MADRE MÍA! ¡¡QUÉ HACE ESTE SÚPER HOMBRE FIJÁNDOSE EN MÍ!!, pensé y, mi cabeza me decía: Elena, dile que no! Sabes que no!. Y fue ahí, en ese bar al que volvimos hace poco, donde empezó el año Indie.

No te voy a negar que nunca puse muchas esperanzas en esto, mi plan era pasar un verano guay, que lo fue y, además, inolvidable.  Lo que nunca imaginé es que la vida me iba a sorprender con un nuevo capítulo contigo, en otoño y en mi querida Murcia.

Los bares murcianos fueron testigos de nuestro buen rollo, de las cervezas apalancados en una cutre barra o aquel día que apareciste por sorpresa en el bar donde sabes que siempre estoy, me encontraste entre mucha gente y tu cara decía tantas cosas… o también la de veces que hemos bailado esa canción de Supersubmarina que tu odias y yo adoro. Las tardes de frío bebiendo quintos en un sofá y si el frío era extremo “Elenita, ¿tomamos un té?”. Inolvidable también aquella tarde en tu casa y ese café soluble espantoso que me preparaste pero, a tu lado sabía súper rico.

O ese día que te dije que quería dejarlo, que ya no más pero, volvimos a buscarnos sin permiso, porque en palabras tuyas: “Necesito en mi vida ese aire fresco que me das, esa sonrisa que no la apartas nunca de tu cara, esa carcajada, esa locura que llevas dentro, Elenita”

¿Hemos subido “el escalón amor”? Yo, no ¿y tú?


Un besico

domingo, 16 de junio de 2013

El verano que me espera

Que sí, que estoy loca de feliz, no lo voy a negar, ¡vuelvo a vivir a Murcia!

De sobra es sabido por tod@s mi amor a la capital del zarangollo, sus calles, sus gentes, sus bares, sus terrazas, su ambiente, sus parques, sus tiendas, su olor, sus sonrisas, TODO. Lo que no es tan conocido es mi intolerancia al calor murciano y a esos sudores que te dan cuando atraviesas la Plaza Belluga, tú tó puesta, subida a unos tacones y maquillada. O ese sofoco que sientes nada más salir de la ducha. Por no hablar del bochorno nocturno, que no te deja conciliar el sueño. Yo soy una enamorada de Murcia pero, de octubre a mayo. De ahí no pases.

Casualidades de la vida, del destino (quién crea en él) o por un golpe de suerte, me tengo que trasladar a vivir a Murcia en breve. He de reconocer que la idea me causa inquietud y certeza ya que, se me hace raro un veranico en la ciudad pero, pienso positivo y auguro que este verano puede molar mucho. Si la vida me ha puesto esto así en mi camino, por algo será. Yo estoy expectante. Ya lo he dicho mil veces, no me cierro puertas.
                    
Lo que no llevo tan bien es lo que está haciendo la gente de mi alrededor. Mientras yo voy a estar todo el verano en la ciudad y, emigraré a la playica los fines de semana; mis amigas no paran de hacer planes chulis. Las muy perris están planeando un viajecito a Barcelona, con todo tipo de visitas culturales y gastronómicas. Yo me quedo en tierra. ¡Que sepáis que no me dais envidia!

Este verano también me quedo sin mi semana en el pueblo, en Jérez del Marquesado. Eso sí que me molaba. Una semana alejada del calor murciano, en el fresco de la sierra granaína; disfrutando de los manjares que prepara mi abuela tales como: rin-ran de bacacalo, choto al horno o guisado de patatas y sepia. Me escaparé algún fin de semana en agosto, eso fijo.

Llevo muy mal pensar que este estío voy a pisar poco La Manga y, en concreto la casa de la familia Corví, que es como mi casa. Prometo algún finde escaparme y desconectar con ellos, con las archeneras y con Anica, que será mamá muy pronto. Llevo fatal no disfrutar de mi Mini Basi en la playa. Voy a llorar.

Se me hace muy cuesta arriba escuchar a mi madre decir que se quiere ir una semana de vacaciones a Canarias. Sin mí, evidentemente. ¿Y yo qué? Mamá, tu disfruta de Portmán, paséate y pesca mucho en el barco, ya iremos a Canarias en el puente de los Santos. Veréis  como se van y me quedo en tierra.

Para terminar, no os olvidéis de que en Murcia tenéis una chica fabulosa, que recibe con los brazos abiertos cualquier visita o invitación a cerveza o vino. ¡Murcia en verano puede molar mucho!

Un besico apretaíco

viernes, 14 de junio de 2013

Inseguridades

¿Os ha pasado alguna vez que antes de tomar una decisión necesitáis consultarlo con alguien? Y cuando digo “alguien”, hablo de coger a 3 ó 4 amigas, cada una de su padre y de su madre y, ponerte a darles la murga con tus pasos. Vamos, que eso de consultarlo con la almohada, ni fu ni fa. Y, si se trata de cuestiones con el sexo opuesto, llamar a tu amigo de confianza y muy experimentado y que te de su veredicto, por supuesto.

¿Y lo rallada que te quedas cuando los consejos u opiniones de tus amigas no son lo que esperas? ¡Agárrate que vienen curvas! ahí ya si que entras en estado de paranoia mental transitoria. Y es que, qué manía tenemos de estar molestando a los que nos rodean con nuestras cosas. Yo lo paso fatal, ojo. No por el hecho de estar molestando a mis amigas, ¡que para eso están! Si no, porque mi falta de seguridad me ha hecho perder muchas cosas en el camino y, ahora que miro atrás pienso “qué tonta fuiste, hija”.

¿Y la frustración que sientes por no haber intentado algo? Eso es lo peor, lamentarte de algo que nunca sabrás qué hubiera pasado si hubiera ocurrido.

Peor aún, cruzarte con un analfabeto emocional o, como diría mi amigo David, un veleta sentimental; ahí ya si que no te arrimes ¡que muerdo! Será que la cosa se está poniendo muy moderna y yo no termino de adaptarme pero, no me cuadran las nuevas masculinidades. En estos casos mi amiga Carmen Oliveros diría “la nueva masculinidad es ser unos cagaos” y, qué razón lleva la cría. ¿Qué está pasando?

He aquí un ejemplo que ocurrió hace unas semanas: Una amiga le pidió a un chico si le apetecía ir a la Filmoteca y, éste le dijo que no. Al día siguiente, hablando yo con él le pregunté: -¿Por qué no fuiste a la Filmoteca?. -¿Pero es que iba en serio?- me responde. No lo maté collejas porque me pilló sentimental.

Mi amiga Begoña, que vive en Londres, me cuenta cada historia donde se confirman estas nuevas masculinidades. Con su nuevo “anglo-amor” tiene aventuras para una enciclopedia. Por lo visto el tipo es duro de pelar y a la Begoñita, que no la torea ni Morante, deció dejarlo vía Whatshapp (eso es muy feo, Bego. Esas cosicas a la cara). No tardó ni 3 minutos el payo en coger un autobús desde la otra punta de London City para ir corriendo a la vera de mi amiga. A ver, so animal, ¿no pasabas de ella?


Empiezo a pensar que los difíciles de descifrar y complicados son ellos. El hombre simple ha dado paso al de mente retorcida e inestable. 

miércoles, 12 de junio de 2013

Sin poemas

A partir de hoy
voy a amarte con silencios, 
provocando ausencias
e inventando distancias;
desde hoy voy a amarte sin poemas,
con muy pocas acciones
y  escasas palabras...
a partir de hoy voy a amarte así,
como tú me amas.










Este poema llegó a mi vida en el momento justo para formar parte de él... 

martes, 4 de junio de 2013

Lo que no fue

Llevo un mes hormonalmente más tranquila. Será que se me ha pasado la efusividad del enamoramiento precoz o que simplemente me he cansado de esperar que me mandes un mensajico. Lo cierto es que estoy más serena y me lo noto. Aunque se me sigue acelerando la máquina esta que tenemos por corazón cuando te acercas, me hablas o simplemente me miras; mátame camión, es que tienes unos ojos que ya los querría yo para mí!

Menos mal que el ataque de amor de Semana Santa pasó a mejor vida. Borré tu número, algo que por cierto hago muy a menudo ahora. Hasta mi amiga del alma me decía hace poco “estás en un plan… que no te cuadra alguien y borras el número”. Pues sí, ¿de qué sirve tener un contacto en Whatshapp que nunca te va a escribir? Cosas innecesarias y que sólo sirven para atormentarte cuando revisas tu lista de contactos y, miras su foto de perfil y babeas cual quinceañera. Pues no, yo me niego. Y no quiero ni pensar para qué leche te apuntaste mi número, si ni siquiera me has mandado un maldito icono o un “¿qué tal el domingo? Si te aburres mucho podemos vernos”. Elena, baja, que eso no lo va a hacer.

Confieso que lo que más rabia me da es cuando imagino lo guay que podía haber sido nuestra mini historia, y digo mini historia o historia pequeña porque no esperaba estar mucho tiempo contigo. No por ti, sino por mí; me figuro que un tipo serio como tú habría aguantado muy poco a esta callejera que llevo dentro. Pero ese tiempo hubiera sido súper guay, me habrías alegrado un montón y sacado de esta rutina en la que estoy inmersa, en la que los días pasan y pasan y no hay nada que me sacuda el corazón. Que triste, joder! Y no quiero parecer egoísta pensando sólo en mí, yo también te habría dado vida, distracción, buenos momentos y alguna que otra locura…

No fue, pero quién sabe si será. Borré tu número pero tú el mío no…

(Escrito allá por el mes de abril. ¿Por qué lo publico ahora? No lo sé...)

sábado, 1 de junio de 2013

Conversaciones con Carmentica

Carmentica, Curro y la Princesa Minera. En Badulake,
la conocida noche de "las fresas"
Hollywood ha hecho mucho daño difundiendo el mito de que las mujeres sólo queremos compromiso”. Esa fue la grandiosa explicación que me dio mi amiga Carmen cuando le hablé de una “espantada” que sufrí recientemente. Todo esto venía porque ambas estábamos (y estamos) convencidísimas que los hombres piensan que somos nosotras las que ansiamos el compromiso, las que estamos ansiosas por formalizar el “asunto”… algo que por cierto me repatea ya que, no es así. Y si así lo fuera, la mayoría de ellos huyen, desaparecen o, lo que es peor, se esconden. Carmentica en este sentido diría: “la nueva masculinidad es ser unos cagaos”, ¡APLAUSOS! 

Lo cierto es que mi amiga y yo nos pegamos unas charletas por Whatshapp de campeonato. Hablar con ella es conversar con la sabiduría, la amistad, la positividad; una inyección de buenrollismo en la vena del brazo, el toque sexy de todos sus consejos y, sobre todo, su ética. 

Desglosando en partes, diría que es sabia porque nunca se equivoca. En una de nuestras conversaciones me decía “la maldición de ir depilada siempre se cumple”, ¡qué razón lleva!. Creo que no hace falta que explique en qué consiste dicha condena que, imagino que todas hemos padecido alguna vez y, nos ha invadido la rabia, y nos hemos retorcido de ira preguntándonos “¿Qué he hecho yo para merecer esto?”. Siempre te quedará el consuelo de que puedes ir a la playa y darle uso a esas 2 horas en la esteticien. 

Carmen es también una tía muy positiva, transmite confianza, seguridad y siempre te desvela el lado bueno de las situaciones por muy crudas que sean. Hace bien poquito le pregunté cómo le iba con su chico; me decía que más feliz no podía ser, que estaba con un chico detallista, maravilloso, muy bonico y, encima, buen amante. Me dijo: “hasta que la infelicidad nos separe”. No podía llevar más razón. Y yo me pregunto, ¿dónde se encargan los hombre así?. 

Hace unas semanas, comentaba con ella lo mal que estaba el mercado masculino, le decía que no encontraba al hombre que se adaptase a mis necesidades, que no es otra cosa que un rollo, sin compromiso pero, con ganas verme y de verlo yo a él;  porque ahora mismo huyo de “algo más”. Su respuesta me dejó en shock y fue tajante: “Elena, deja de buscar, que tú lo que te mereces es que te busquen

Gracias, Carmentica, por formar parte de vida. ¡Lo que La Merced ha unido, que no lo separe nadie!

sábado, 25 de mayo de 2013

Estás suspenso

Estoy cada día más convencida de que mi último ex ha sido el más bonico de todos. El que después de superar el luto, me llama y me dice: “Elenita! ¿un café?” y, a mí me encanta sentarme con él, y contarle y que me cuente y, que se nos pase la tarde, como nos pasó el pasado lunes, cuando quedamos para café y al final llegué a casa a las 9 y, es que cuando estás agustico con alguien el tiempo vuela.

Aprovechando que quedé con él, le puse al día con mis cositas y le conté lo mosqueada que estaba con un tío al que había conocido, su respuesta me encantó: “Tú mejor que nadie sabes que lo de ayer fue un negativo pero, como buena profesora, comprendes que un negativo no te hace suspender la evaluación”.

El problema llega cuando, después de un negativo, vienen unos cuantos más y, por si fuera poco, suspenden el examen. Ahí la cosa se pone difícil y ves que el pobre crio está más cerca del suspenso que del aprobado. Eso pasó. No había por donde coger ese examen. Un desastre.

Una vez suspenso el examen, valoras la evaluación: hay muchos positivos, porque empezó con ganas pero, algo pasó al final que hizo que se despistara. Los negativos vienen de la mano de whatshapps innecesarios, que yo no entiendo y, es entonces cuando no sé si cortarme las venas o dejármelas largas y preguntarme a mí misma “¿Qué he hecho yo para merecer esto?”. Es entonces cuando sale la chica borde que llevo dentro pero, ojo, mantengo las formas, me muerdo la lengua y medito: a ver, que estás suspenso, ponte las pilas en verano y ya veremos en septiembre pero, deja hacer ruido porque agotas mi paciencia y buen humor y, demasiado educada estoy siendo. Que yo no soy “la amiga de todos”, que por muy simpática que tenga la mirada, no hay necesidad de que gastes mi batería del móvil con mensajicos que nos llevan a ningún sitio. Que soy profesora, no animal de compañía, ¿vale? 

De nada.


miércoles, 22 de mayo de 2013

Un 22 de mayo muy especial

¡Hola bonicos! ¡He vuelto! Antes de comenzar, quiero agradecer a toda esa gente que lleva varios días mandándome Whatshapps y diciéndome "¿para cuándo tu próximo post?", os debo una explicación. Llevo una semanica súper liada por cuestiones varias y no he tenido ni un momento para sentarme en el ordenador. Sí que estoy inspirada para escribir muchísimas cosas pero, mi poco tiempo es un hándicap ahora mismo.

Hoy, 22 de mayo, se cumplen cuatro años de mi graduación universitaria. He querido hacer un pequeño homenaje de ese día inolvidable con algunas fotos.

Nunca olvidaré cómo amanecía ese 22 de mayo en una Murcia calurosa, mi compañero de piso Ángel, me despertó sobre las 10 a.m cantándome "Elena, hoy es tu día, hoy te vas a graduar", ¡qué nervios!

Con mi amigo Diego

Tuve la suerte de dar el discurso de graduación junto a mi amigo Salva. ¡El discurso del siglo, lo llamo yo!

Con mi primo Cristóbal y mi prima María !bonicos!

Con José Pérez y Rorro, dos grandes amigos

Mi familia. ¡Los Crespo al poder!

Con mi gran amigo Paco Precioso, durante la cena en el restaurante Rincón de Pepe en Murcia

Mi amiga del alma, Consu


domingo, 12 de mayo de 2013

Autoexigencias


Existe un momento en la vida de una persona en el cual, te das cuenta de que te estás haciendo mayor debido, a que cada día que pasa eres un poquito más exigente. Exigencia en primer lugar conmigo misma, que me conozco bien y adoro mi forma de ser (muy a pesar de algunos) y, cada día me exijo a mí misma no cambiar ni un ápice de mi personalidad y, seguir luchando por ser la tía tan auténtica que soy. Al mismo tiempo, me exijo también moderar mis defectos pero, nunca cambiarlos. Porque al fin y al cabo, mis defectos y debilidades son lo que forman mi verdadera esencia.

Es también en ese trance vital cuando, empiezas a ser más exigente en cuanto a amistades. Me hace mucha gracia la gente que presume de tener muchos amigos. Si llamamos amigos a esos con los que te tomas una cerveza el sábado y el lunes le tiroteas la espalda, mátame camión… A mí eso me da como un poco de miedo. Pues si, lamentablemente es algo más común de lo que parece. De sobra sabemos todos la teoría pero, la práctica ya es más complicada, ¿verdad? Que a una amiga no se la llama sólo cuando necesitas algo de ella y, el resto del tiempo que te den, guapa. Dame pan y dime tonto, diría mi abuela. Que a una amiga no se la llama cuando no te queda a nadie en tu agenda a quien llamar, no. Que a una amiga no se le baila el agua porque te encanta todo lo de ella y luego lapidas a la pobre muchacha. Eso es envidia, muy común; y que me da mucha penica las gentes envidiosas. Pero, yo les diría que lucharan por conseguir ser mejores y buscaran una motivación en la vida.

Hoy también voy a confesar que, con el tiempo me he vuelto muy exigente con las bromas de los que me rodean. Yo no sé si lo hacen por confianza, porque su mentalidad no les da para más o, si me pongo a pensar mal, para hacer daño. Una bromita vale, dos, tres pero, dos meses de bromas con lo mismo… ¿tan poco creativos sois? ¡Abrid esas mentes! Las únicas bromas que tolero son las de mí querido y amado blog que, todo el mundo se ríe del mismo (ignorantes) y nadie lo lee pero, a día de hoy 2.481 visitas en poco más de dos meses…¡¡¡gracias de verdad!!!

También os voy a admitir que me he vuelto más exigente con mis impulsos. Controlándolos, se entiende. Que ahora me muerdo la lengua, por educación, e intento dar la razón a los ignorantes; porque los ignorantes son por naturaleza muy felices. Y, yo no voy a ser esa que les saque de ese contento.

A estas alturas de vida he decido que sólo abro debate con personas de sentido común.

¡Un besico apretaíco!

martes, 7 de mayo de 2013

Ir sola al cine


Fue la otra tarde, mientras perdía mi tiempo como es habitual frente al ordenador, mirando y remirando por Internet cuando, por casualidad, llegué a una Web donde se decía que era triste ir sin compañía al cine.

El cabreo que cogí no fue pequeño ya que, soy de las que por circunstancias de la vida voy casi siempre sola. Los motivos: las pelis que quiero ver casi nadie quiere verlas. A veces, decido ir sola sin contar con nadie, para que después del cine no vaya ligado un McDonalds ya que, evidentemente, no lo necesito o; simplemente, no tener un acompañante.

Y es que, además, estoy convencida de que ir al cine sola es una costumbre admirable pues, no todo el mundo tiene el valor de hacerlo. Confieso que yo nunca he sido así. Me he resignado y, ante mi intermitencia en cuanto a parejas, un día di el paso y dije: voy a ir sola al cine. Recuerdo que fue hace algunos años, cuando todavía estudiaba en la Universidad. Mi maestra en este arte fue mi amiga del alma, Consu, que una tarde en primero de carrera no entró al examen de Historia Medieval y, la muy loca se metió en el cine para que su madre no la pillara, qué disparate. Y me dijo que hasta ofrecía golosinas a las personas que se sentaban a su lado. Qué valor.

Yo cuando voy sola, reconozco que, la mayoría de las veces ya ni me compro palomitas aunque, siempre diré que ir al cine sin palomitas es una experiencia confusa e incompleta. Ahora opto por los gusanitos, que además de no dejarte la boca hinchada con tanta sal, mi bolsillo también lo agradece. 4 euros unas palomitas, ¿Disculpa? ¿Son de maíz peruano recién recolectado?

Tampoco me quejo ya que, mis últimas experiencias cinéfilas acompañadas han sido con hombres encantadores, grandes amigos, se entiende. Un compañero de la Universidad, un ex con el que tengo una excelente relación o, un compañero del cole. Que si, que diréis “vas sola porque quieres, guapa”, también es verdad pero, lo cierto es que, a veces, para encontrarnos con nosotros mismos es necesaria una tarde de soledad y placer a la vez y, un cine te da todas esas posibilidades.

Lo mejor es cuando alguien me pregunta “¿Cuál sería tu cita perfecta con un chico?”, contesto entusiasmada “¡un cine!”. Y es que ¿hay algo mejor que consumir un poco de cultura con el tío que te mola y después tomar una caña comentando la peli? Creo que hay pocos planes mejor que ese…

¿Y vosotros/as vais al cine en soledad? ¿Os parece que un cine es la cita perfecta?

Un besico apretaíco!



viernes, 3 de mayo de 2013

Concierto de inauguración del Festival SOS 4.8 2013 en Murcia

¡Hola bonicos/as! ¡Os dejo unas foticos del concierto de anoche!


Consu, Paquita y la Princesa Minera Indie


El guapo de mi amigo Rorro

Cuarteto de Soseros 

Princesica Minera Sosera

Princesa Minera festivalera
Con Gabri y Rorro. En el parking, momentos antes de acceder a La Fica

Con el hombre más guapérrimo de Murcia. No te quejarás, machote!
¿Hay algo mejor que la Estrella de Levante? Pocas cosicas...





martes, 30 de abril de 2013

Los días malos

Píldoras para la felicidad, ¿para cuándo en farmacias?

Fue ayer cuando decidí pasar la tarde en Murcia. Dedicarme a mí. Pasear, relajarme, respirar ese airecico maravilloso que teníamos y, como no, sentarme en un par de terrazas. Y es que para qué nos vamos a engañar, lo necesitaba. Llevo unos días en que todo va de mal en peor, en todos los sentidos.

Mi primera parada, tras estar 20 minutos para aparcar mi cochecico fue la Toga, uno de mis sitios favoritos; con esas vistas tan estupendas a la Facultad de Letras, mi querida facultad y, donde tan feliz he sido. Entre risas, pasé un ratico muy agradable con Jose, a quién le estuve dando la paliza con mi nueva situación, ¡¡perdón!! Tras despedirnos, me dirigí a la plaza Santo Domingo, donde había quedado con mi querida amiga la doctoranda, Alba. Nos sentamos en el llao llao, pues reconozco que el cuerpo me pedía a gritos un helado de esos y empecé a desahogarme con mi amiga.

Es ahora, cuando estoy en ese momento de la vida en cual, no sé por donde tirar. Agradecería muchísimo tener un manual de instrucciones de la vida, pero con el tiempo, imagino, tienes que tener experiencias para saber por donde caminar. Últimamente nada sale como quiero, parece que viene una desgracia tras otra y, me agarro al refrán “Dios aprieta pero no ahoga”. Pero ya no puedo más. Jamás he estado tan desmotivada.

Tras contarle esto a Alba, sus palabras fueron claras “Elena, tu no eres así, eres una chica que siempre ha desprendido felicidad”. Y llevaba razón. 

De camino al coche, pasé por mi antiguo piso de estudiantes. Los sietes años más felices de mi vida. Mientras tomaba una foto con mi móvil pensaba “Elena, es en ese piso te hiciste mayor”. Pura nostalgia. Ya de camino de vuelta a La Unión, con esa inyección murciana en mis venas; pensaba en las cosicas bonicas que tengo en mi vida y que creo, merecen la pena: recibir un regalico inesperado, como por ejemplo el cuaderno de notas que me regaló Alba. Un detallazo, amiga. Recibir un mensaje privado en Facebook de Irene, que siempre transmite buenri. La sonrisa inesperada del tío que te mola. Un whatshapp de Popi diciéndome “pos bien nena, pos mu bien”. Me lo como a besos. Mi Consu (algún día le dedicaré un post. Prometido). Una noche de cervezas… Pequeñas cosas que me hacen muy feliz y que me recuerdan que pese a estar atravesando un momento delicado, hay que seguir adelante; salir a la calle con taconazo e intentar hacerle la vida agradable a los que me rodean, que es al fin y al cabo algo que se me da muy bien. Que no hay mal que por bien no venga y que no merece la pena llorar.

Empiezan los días malos y pienso vivirlos con una sonrisa. 

sábado, 27 de abril de 2013

Mis looks favoritos

Tenía ganas de mostraros algunos de los looks que más me apasionan, hoy es el día. ¡Espero que os gusten!

Para ir a trabajar: 
Vaqueros, blazer y camiseta divertida.  La chapita que llevo en la solapa de la blazer es una Menina que me regaló un alumno, me la compró en el Museo del Prado

Vestido negro (H&M), blazer estilo British (H&M), media tupida, sabrinas y cartera (Misako)
Para ir a un concierto:
Vestido negro con topos blancos (H&M) , bolso (H&M)

Vaqueros negros (Levi`s), T-Shirt (Mango), anillo (Ciclón)

Vaqueros, T-Shirt y blacer. No puedo negar que es mi combinación perfecta. Nunca falla
De excursión con los alumnos: 





¡Para ir de excursión la comodidad debe ser extrema! Pantalón (H&M), T-shirt (Pull&Bear), chaleco (Pull&Bear), bolso (Bimba&Lola)



De boda: 
Boda de mi amiga Elena. Tenía claro desde el principio que quería llevar un vestido azul marino (El CorteInglés), que además es mi color  preferido.  Los zapatos y el bolso son de Furiezza y opté por el color rosa perla. En el pelo decidí ponerme una diadema, algo que va mucho conmigo, ¡pues las utilizo bastante! En joyas finalmente decidí ponerme las clásicas perlas. Mi tía me prestó un collar maravilloso de perlas naturales, con pulsera y pendientes. 

Boda de Paola. ¡me encanta este look! El vestido fue un gangazo de  la temporada pasada de H&M y lo compré con la pretensión de ponérmelo para ese día. Los zapatos: unos peep toes negros, básicos (no deben de faltar en el armario de ninguna mujer). Decidí ponerme el bolso (H&M) rosita palo y de charol para darle un toque de color y  luz a mi look. Además, completé mi estilismo con un collar maravilloso (Zara), en tonos oro rosado y verde esmeralda. El pelo decidí recogérmelo ya que, la espalda del vestido iba totalmente descubierta. 

Boda de Bernardino y Macarena. Sin palabras. Para mí el mejor vestido que me he puesto en mi vida.  Es un vestido con historia y cuidado al detalle. Me diseñaron el vestido y, con ilusión fui con mi amiga Irene a escoger las telas. Como siempre digo, poder hacerte un vestido a medida es uno de los mayores placeres que una mujer puede darse. Los zapatos son los que ya me puse dos años atrás para la boda de Elena (es importante comprar pensando en el partido que le podemos sacar). El bolso fue otro caprichazo de cristal de Swarovski. En cuanto al peinado, opté por un recogido bajo con trenzas. Evidentemente no llevaba prácticamente joyas, ya que el vestido hablaba por sí sólo. Únicamente llevé unos pendientes de mi madre de oro blanco con un diamante y una perla. 
Salida con amigas: 
Para salir de aperitivo: Vaqueros y blusa de topos (H&M)

Para salir a cenar: Vaqueros, blacer, T-shirt y collar babero

domingo, 21 de abril de 2013

Nada es imposible


La Real Academia define la palabra imposible como "algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser o suceder", y, define improbable como "algo inverosímil, que no se funde en una razón prudente".

Puestos a escoger, a mí me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo, supongo. La improbabilidad duele menos, y deja un resquicio a la esperanza, a la épica.

Que David ganara a Goliat era improbable, pero sucedió.
Un afroamericano habitando la Casa Blanca era improbable, pero sucedió.
Que las Spice Girls volvieran a cantar juntas, era improbable, pero también sucedió.
Nadal desbancando del número uno a Federer.
Una periodista convertida en princesa.
El 12-1 contra Malta.

El amor, las relaciones y los sentimientos no se fundan una razón prudente, por eso, no me gusta hablar de amores imposibles sino, de amores improbables. Porque lo improbable es por definición, probable. Lo que es casi seguro que no pase, es que puede pasar.
Mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.

(Leído por ahí hace mil y rescatado de mi archivo. Creo que era el momento de sacarlo a la luz) 

jueves, 18 de abril de 2013

La impaciencia


Han pasado ya cuatro días y, ni un triste whatsapp, ni un “me gusta” en Facebook, ni un mensaje privado... No lo entiendo, guapo.
¿A qué esperas? Un cine, un café (en La Unión no, por favor), un paseo… Que no te estoy pidiendo que seas mi novio mañana, ni pasado pero, me apetece conocerte y descubrir si realmente eres como yo te he imaginado: un tipo sencillo, cariñoso, amable, educado, prudente, con sentido del humor, trabajador, honrado, agradable, buena gente; en definitiva, un buen hombre.
Estos días han sido horribles para mí, me he dedicado a darles la murga a mis amigas y, ellas, resignadas, escuchaban mis ataques. Perdón chicas, no os merezco pero…
Mi amiga Irene, la abogada más guapa de Cartagena, me decía el pasado lunes “tienes que ser paciente y no lo estás siendo”; y yo me desesperaba aun más. Mi amiga Elvira me comentaba esto “yo de ti pasaba página, no te va a decir nada de nada, te ve como una cría”. Inma me advertía de lo siguiente: “te pones muy nerviosa cuando hablas con él”. Mi amiga Consu “no lo conozco pero, estoy segura de que le encantas pero aun no se ha dado cuenta; no le vuelvas a escribir”. Un compañero de trabajo me comentaba esto “no lo conozco pero pienso que un tipo como él utiliza poco whatshapp” (de esto último ya me había dado cuenta, tranquilo)
Sí, venga, decídmelo, soy una impaciente.
La chica más risueña de La Unión está más triste que nunca…



lunes, 15 de abril de 2013

Aunque tú no lo sepas..


No recuerdo exactamente cuando fue la primera vez que lo que sentía por tí iba en serio. Recuerdo que al principio era algo leve pero, conforme pasaban las semanas el bucle de mariposas iba aumentando.
Quiero decirte que nunca me han importando los obstáculos, básicamente porque no los hay, porque eres perfecto y, porque sería una cobarde si no me tirara a la piscina. Además, veo que ni imaginas lo que siento, vamos, que ni te hueles que me encantas y no veas lo mal que lo paso y, te explicaré por qué: habrás notado que soy una tía muy feliz y risueña pero, además, mi risa suena mejor cuando tú la escuchas. Me he imaginado situaciones contigo y, te digo que no quiero que pienses que se me ha ido la olla pero, las mujeres somos así, nos hacemos ilusiones y eso conlleva imaginar situaciones. No te imaginas la de veces que he pensado que íbamos al cine, o a Murcia (que a mí me encanta) a pasear y a cenar por el centro; que tomamos una botella de vino solos, en silencio; una escapadita de dos días (aunque sea a Totana), el destino no importa… y así con todo.
También tengo que decirte, que creo que a tí te pasa lo mismo y, si no lo mismo, algo parecido. Que me encanta como me miras, que me atraviesas con los ojos, que como dice Bebe “lo que me importa es el instante en el que tu ojos se chocaron con los míos. Ni mil doscientos ojos serían capaces de provocar en mí tanta brutalidad carnal”. ¡¡Imagínate!!
Yo no sé qué hacer. Mi naturaleza no me ha hecho ser una tía lanzada. Soy más bien tímida y paraíca (aunque no lo creas) y, lo paso fatal imaginando que si no me lanzo yo, aquí no va a pasar ná de ná. De modo, que quiero decirte, que si te pasa lo mismo que a mí o algo parecido, ponte en contacto conmigo. Elige la vía que quieras, pero la más rápida!



sábado, 6 de abril de 2013

Cuestión de estilo


Vestido Joya (Alta Costura). Boda de Bernardino
y Macarena (abril, 2012)

Todas las mujeres en algún momento de nuestra vida nos hemos calentado la cabeza a la hora de elegir el atuendo más adecuado para una celebración importante como una boda, aniversario, graduación, bodas de plata de nuestros padres, una fiesta especial... en fin  miles de eventos. Aquí os dejo algunos consejos que deberíais de tener todas en cuenta a la hora de elegir el look más apropiado:

Seguramente todas deseáis asistir a un evento lo más elegante posible. Para mí la elegancia es sinónimo de naturalidad y discreción pero, por desgracia, con la elegancia se nace y, no todas las mujeres pueden presumir de ser elegantes; no sólo en una gran ocasión si no, a lo largo de la vida diaria. Ser elegante o cursi son extremos de una balanza, en la que bastan pocas cosas para que se incline a un lado u otro.


Lo primero que se debe de tener en cuenta a la hora de elegir un vestido o traje es la hora, fecha y lugar de celebración. Si tienes la oportunidad de poder encargarte un traje o vestido a medida es uno de los mayores placeres que una mujer puede darse, aprovéchalo.

Boda de mi amiga Paola (septiembre, 2012)
Mi graduación universitaria (mayo, 2009)


















Es importante prestarle atención a los detalles de nuestro atuendo; puedes dejar volar tu imaginación, pero sin exagerar, una cosa es bordar un traje con notas de color y otra recordar a una mantelería; una cosa es combinar materiales y otra parecer un muestrario ambulante de tejidos. Ante la duda, con un traje sencillo y perfectamente sentado en tu cuerpo siempre acertarás.


Analiza tu propio estilo personal y huye de las tendencias.¿eres romántica, clásica, vanguardista? no intentes disfrazarte y soñar con lo que te gustaría ser, se reirán de tí, créeme. Toda mujer quiere sentirse única pero, en ocasiones la originalidad puede pagarse con el ridículo. Elige lo que te siente bien.


Graduación de mis alumnos E.S.O (junio, 2012)
Pocos trajes son cómodos. Son conceptos contradictorios, porque no se puede querer bailar como una loca con un traje largo o un corpiño ceñido. A algo hay que renunciar.

La forma más adecuada para un vestido o traje es la que saque más partido a tu cuerpo. No hay reglas, sólo la del espejo que, por desgracia, es infalible.


Si eres rubia recurre a los marfiles y dorados, introduce otros colores pero con mucho cuidado ya que el vestido o traje podría quedar cursi o de mal gusto.


Si hay un punto que diferencie un buen traje del resto son los detalles. No tiene por qué haber ni muchos ni pocos, sólo los justos. El equilibrio es fundamental.

En cuanto al escote: sí a los vestidos escotados, pero dentro de un orden. Si llevas un palabra de honor cúbrelo con un abrigo, un bolero o una chaqueta de fiesta. Nunca en la vida utilices un foulard. Está prohibido. En el 2013 no se puede concebir esa prenda.

Las mangas: manga ¿sí? ¿no?, tú sabes mejor que nadie si puedes lucir un bonito brazo o no. Ante la duda recurre a la manga tres cuartos, siempre correcta.

Los complementos son fundamentales a la hora de realzar o hundir cualquier traje. Hay que prestarles mucha atención. Dedícales tiempo a tus complementos, crea una base neutra y deslumbra con cualquiera de ellos. Sé sincera contigo misma y elige tu vestido o traje en función de como eres y no de como piensas que serás. Sé realista.

Recuerda que menos es más. Ante la duda, retira, no añadas.

Prueba tu traje con la ropa interior que llevarás ese día. Tú mejor que nadie sabes lo diferente que puede ser un pecho o un escote con una marca u otra.

No intentes forzar tu estilo. Lo importante es resaltar tu belleza al máximo y crear imágenes intemporales. Sé natural y huye del artificio.

No sueñes con lo imposible. No te dejes deslumbrar por las pasarelas y las revistas de moda. Ajústate a tu presupuesto; se pueden encontrar modelos excelentes de pre-a-porter al alcance de muchos bolsillos. Olvídate de la alta costura, es maravillosa sí, pero necesitarías algunos miles de euros para poder tener uno. 


Recién maquilladas. Instantes antes de salir del hotel.
Boda de Bernardino y Macarena (abril, 2012)
No dejes para el final el maquillaje y peluquería. Todo debe formar parte de un conjunto.

El abanico, un accesorio imprescindible. Colecciona piezas de anticuario pero, si no tienes presupuesto recurre a modelos más sencillos con el varillaje de madera y el país liso.

Lleva pocas joyas. Ante la duda no te pongas nada, la mejor joya eres tú.


Si te vas a casar y no sabes si recurrir al velo o al típica mantilla española, debes saber que no hay nada más favorecedor que una mantilla, siempre que esté bien colocada.  Si no está bien puesta y sujeta no se luce ni mantilla ni vestido. Todavía, a mis 27 años, no he visto ninguna novia con la mantilla bien puesta y es una verdadera pena.. Debes de tener en cuenta qué combina mejor con el vestido que has elegido. Si llevas un vestido vanguardista recurre a un tocado a modo de diadema, Rosa Clará tiene unos maravillosos en su colección.

Pide consejo a los hombres: tu padre, hermano, novio... nunca mienten. Las mujeres sí.

Historiadores de boda